A mas de una semana del show de The Strokes, tan neoyorquinos y retro pospunkies como ellos, los Interpol demostraron que no necesitan de guiños demagógicos para vencer y que, como su vestuario integrado por sacos, camisas y pantalones de vestir, su música suena elegante, ideal para acompañar una noche de luna llena y una brisa ribereña. Porque la cita fue en el Anfiteatro Puerto Madero, en el marco del tercer y último show del año del ciclo gratuito Movistar Free Music y tuvo mucho de noche ideal.
Ya con Interpol en escena, el anfiteatro terminó de cubrir su capacidad de, aproximadamente, diez mil personas. Banks y los suyos arremetieron con "Success" y "Say Hello to the Angels" y dieron por inaugurado su set.
Como una constante, las miradas cruzadas por Banks y Kessler servían para testear que todo se estaba dando según lo planeado. A estas alturas de la gira, más que ajustar detalles, una banda como Interpol no tiene más que soltarse y disfrutar, y eso es lo que hicieron sus dos figuras principales.
Con la tranquilidad de quien sabe y escucha que la base se encuentra en buena forma y que los colchones de teclados amplían el horizonte, los guitarristas podían abrazarse a su sonido hipnótico, que necesita como complemento a un oyente atento y soñador. Porque si algo transmiten esas cuerdas es confort y música para volar, mantras sonoros que encuentran un terreno fértil para desarrollarse en canciones como "NYC" o la que cerraría la faena, "Obstacle 1". Interpol no vino a presentar su disco del mismo nombre. Es más, sólo tocó cuatro temas de él. Las que prevalecieron fueron las canciones de sus dos primeros discos, Turn on the Bright Lights yAntics, y esa elegancia que va más allá del tema de turno y del solo de ocasión.
Fuente: lanacion.com.ar
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